En ocasiones el mero hecho de insertar texto en una celda de una tabla puede descolocarnos la misma y sus márgenes por completo.
Aquí un sencillo tip para que el alto de fila permanezca inalterable a pesar del texto que introduzcamos, y de esta forma podamos realizar los ajustes de forma manual sin preocuparnos de las modificaciones en el contenido.
Hazemos clic derecho en la tabla y nos vamos al apartado de propiedades:
A continuación marcamos un alto de fila en cm y elegimos ‘exacto’:
Ya podemos editar el texto de las celdas sin que esto suponga un reajuste automático en la tabla:
WORD Y LA PESADILLA DE LAS TABLAS